Detenido por morder un ascensor
Todos tenemos días en los que mordemos… pero algunos no saben que la expresión es una frase hecha y no algo que tomarse literalmente.
Y es que en un hotel de Virgina Beach (EE.UU.) un tal William Catoe decidió emprenderla a dentelladas con el ascensor. Claro está, un amable ciudadano estimó que le acabaría sentando mal y decidió llamar a la autoridad pertinente para que convenciera al comensal de lo dejara.
Lo malo del asunto es que cuando un policía intentó apartar a William de su aperitivo, este juzgó que, de repente, un agente era más apetecible. Fuera de sí intentó dar una dentellada al chico de azul.
Como se pudo, se acabó reduciendo a Catoe, que fue llevado a un hospital. Allí descubrieron que el tipo estaba en ese estado porque se había metido un chute considerable de cocaína.
Así, un registro posterior de su habitación reveló varias jeringuillas y muy poca comida. Lo que le ha valido a William ser procesado por posesión de drogas y destrucción de la propiedad.
Eso sí, nadie sabe el estado en que quedó su piñata después de haberle metido un tiento al elevador.
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